Knut Larsson proviene de un pequeño pueblo muy católico y ultraconservador. Decidió que sería actor porno para saldar una deuda urgente. Sabemos por experiencia que a los chicos nunca les va bien con este tipo de equipaje. Entonces George Duroy, el productor de BelAmi, accedió a filmar una escena con él para ayudar a pagar la deuda. Luego le aconsejó que no renovara el porno.
Knut ignoró tristemente ese consejo y se fue a otro estudio de porno gay que cubrió su rostro por todos lados. Hoy, nuestro "gay for pay" está asqueado porque le habían prometido proteger su anonimato. Pequeño consuelo, esta es la única escena que verás de él, suficiente para satisfacerte por un momento, ya que está cachondo y natural frente a la cámara.
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